Aseguran que
el valor de sus productos oscila entre Q 40 y Q 300, y depende de la artesanía
y el diseño.
POR ORLANDO MIRANDA – RETALHULEU
Los jóvenes Érick Martínez, Mario Flores y
David Villatoro, de San Felipe, Retalhuleu, elaboran distintas artesanías de
bambú y tarro –delgado y grueso– en su comunidad.
Martínez expresó que su amor por el arte manual comenzó
desde pequeño, pero no existía oportunidad de especializarse en alguna rama,
hasta que recibió un curso de madera, y ahí comenzó a experimentar con el tarro
y el bambú.
“Estoy contento porque nuestro producto ya está siendo
reconocido en este departamento y esperamos las exposiciones para darlo a
conocer a nivel nacional”. Indico Martínez.
Flores, elaborador de instrumentos autóctonos, expuso que
talla quenas, zampoñas, flautas transversales, maracas, tortuguitas y lluvias,
lo cual le tomas hasta 15 días, y además trabajan en el sonido, para que tengan
la entonación de las notas musicales.
“Es importante que los instrumentos de bambú estén
calibrados con los sonidos de las notas musicales, las cuales se logran bajo un
proceso con piano, donde se prueba cada nota hasta que dé la tonalidad exacta”,
explicó Flores.
Villatoro, diseñador gráfico, refirió: “Los
dibujos y letras son hechos en computadoras, y después se plasman en la
madera”.
“Utilizo programas
sencillos de fotografía, y cuando un cliente pide un diseño conocido, lo
descargo de internet. Si trae una idea de alguna letra o un dibujo, trato de
hacerlo como ellos lo quieren”, refirió Villatoro.
Los tres artesanos
afirmaron que el bambú y el tarro lo consiguen en lugares cercanos a la
cabecera de San Felipe, y que el valor de sus productos oscila entre Q 40 y
Q300, ya que depende de la artesanía y el diseño.



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